Por Hugo Ramón Zanet
Comenzamos un nuevo ciclo lectivo cargados de renovadas energías, con responsabilidades diversas, con un objetivo común: respetar la historia y acompañar el sueño de cada uno de nuestros estudiantes. ¡Tamaña y delicada empresa!
Los recibimos con los brazos abiertos, la mirada que acaricia, el oído atento, y el corazón para vibrar con ellos en cada uno de los días por compartir, para enseñar y aprender.
Traen en su mochila de la vida historias únicas, sueños por realizar. Desde esa realidad armar nuestras planificaciones, diversas como lo son ellos, nivelando para arriba, sin dejar a nadie a la vera del camino, con propuestas superadoras, proyectos que integren e interesen, palabras que alientan y pongan límites. Vienen a aprender, hay que enseñar. Enseñar para que puedan apropiarse de competencias para cada una de sus vidas. Son únicos. No son una serie de objetos que esperan el mismo tratamiento.
Esta es parte de nuestra Profesión: “entender presente, bosquejar futuro.”(Graciela Frigerio)
Ese presente de cada estudiante, tiene una historia familiar, personal, de amor, de dolor, de sueños, a la que estamos nuevamente convocados por la Escuela para acompañar desde la Pedagogía y desde nuestra experiencia.
Les deseo un exitoso año lectivo.