Con la camiseta que utilizó en la final y la medalla del campeón colgada del cuello, Julián se paseó por el pueblo y saludó a los que no tuvieron la chance de ir al estadio del Club Atlético Calchín.
Una vez que llegó al campo de juego donde dio sus primeros pasos en el fútbol, lo esperaba una multitud. También las autoridades y los jugadores que visten la camiseta de la entidad cordobesa, que es idéntica a la casaca de River. Luego de agradecer a todos ellos, subió a un escenario montado sobre un sector del terreno y dedicó unas palabras a su gente. Más tarde fue el turno de la música y la presencia de Los Calegaris, la banda favorita de la Araña.
Si bien el pueblo natal de Julián tiene poco menos de dos mil habitantes, la presencia del ex delantero de River convocó más de quince mil personas. Una cifra que sirve para tomar dimensión de todo lo que genera el delantero revelación de la Selección Argentina. Un pibe que nunca se olvidó de sus raíces, que siempre volvió a sus pagos y que hoy se llevó otro merecido homenaje. El primero de muchos que vienen por delante.
Fuente: La Página Millonaria