Dra. María de los Angeles Severina

Especialista en Reumatología. Terapias Regenerativas

El término artritis reactiva se utiliza para describir la artritis que aparece tras una infección intestinal o génito-urinaria.

Síntomas

Podemos clasificar los síntomas de la artritis reactiva de la siguiente forma:

• Síntomas previos de infección: en la forma venérea pueden ser tanto dolor, escozor, picor, irritación o secreciones (por la vagina o por el pene). En la forma disentérica lo típico es la diarrea de comienzo rápido, a veces con sangre y moco, con o sin vómitos. Estos síntomas ocurren entre una y cuatro semanas antes de que comience la artritis, aunque a veces no están presentes o son muy leves.

• Artritis: el paciente con artritis comienza, sin un golpe previo, con dolor e hinchazón en el tobillo, la rodilla, los dedos del pie o el talón, aunque también pueden afectarse la parte baja de la espalda, las manos o los codos. La distribución suele ser de miembros inferiores y asimétrica, es decir, si se afecta una rodilla no acostumbra a estar lesionada simultáneamente la otra rodilla, aunque sí puede presentar inflamación en otro momento de la evolución de la enfermedad. Tambien puede afectar a los tendones (por ejemplo, el tendón de Aquiles en el talón) y a la parte baja de la espalda. Al igual que la artritis psoriásica, puede producirse dedo en “salchicha”, por inflamación articular y tendinosa. Los síntomas articulares son comunes a cualquier tipo de artritis: dolor, calor, enrojecimiento, incapacidad de movilizar la articulación y, en ocasiones, deformación de la misma.

• Lesiones de la piel: pueden producirse lesiones descamativas en las palmas de las manos y las plantas de los pies, similares a las de la psoriasis, que reciben el nombre de queratodermia blenorrágica. También pueden aparecer lesiones mucosas rojizas y con descamación en la zona más externa del pene, muy características de la artritis reactiva.

• Lesiones de la piel: pueden producirse lesiones descamativas en las palmas de las manos y las plantas de los pies, similares a las de la psoriasis, que reciben el nombre de queratodermia blenorrágica. También pueden aparecer lesiones mucosas rojizas y con descamación en la zona más externa del pene, muy características de la artritis reactiva.

• Úlceras en la boca, que generalmente no dan ningún tipo de molestia.

• En el ojo: conjuntivitis, que tratarse de una simple irritación que dura de uno a tres días o iritis o uveítis anterior que causa enrojecimiento y dolor en el ojo que empeora cuando se mira a la luz brillante, que requiere atención médica urgente de un oftalmólogo.

• Síntomas generales: en un brote inflamatorio es frecuente que se asocie cansancio, fatiga, e incluso fiebre si la inflamación de las articulaciones es muy aguda. La debilidad muscular y la atrofia pueden ocurrir por desuso debido a la incapacidad de movilizar la articulación inflamada.

Diagnóstico

No existe una única prueba para llegar al diagnóstico. Es necesario investigar la presencia actual o previa del germen causante, aunque esta búsqueda es infructuosa en un número considerable de casos. En los análisis generales se encuentran pocos datos anormales, destacando alteraciones inespecíficas de la inflamación: la velocidad de sedimentación globular (VSG), la proteína C reactiva (PCR) y otras, pueden estar elevadas. Puede haber una leve anemia. El factor reumatoide es negativo

Tratamiento 

Este puede variar en función de las necesidades de cada paciente.

El uso de antibióticos es solo para el proceso infeccioso. A pesar que la enfermedad es desencadenada por una infección previa, los antibióticos no están indicados para el tratamiento de la artritis.

En la artritis aguda se utilizan antiinflamatorios. En el caso de los corticoides, son preferiblemente aplicados en forma de infiltraciones intraarticulares. El especialista recurrirá a los fármacos llamados modificadores de la enfermedad y si estos fallan existen actualmente tratamientos biológicos que apuntan a diferentes dianas del sistema inmunológico para reducir la inflamación articular y evitar el daño de la misma.

Los síntomas oculares habitualmente se tratan con gotas oftálmicas o en casos más severos con dosis elevadas de corticoides.

Recomendaciones generales para mejorar la calidad de vida
Además del tratamiento mencionado. En el período de artritis aguda es útil el reposo. Es importante no sobrecargar la articulación inflamada, en algunos casos se ponen férulas para inmovilizar la articulación. También es necesaria la actividad muscular y el ejercicio físico diario para evitar la atrofia muscular.

El ejercicio es particularmente importante en personas con artritis de la columna vertebral, siendo la natación la más recomendada, porque ayuda a conservar la flexibilidad en espalda, cuello, hombros y caderas.

La enfermedad puede ser controlada y manejada a tiempo si ante los primeros síntomas se realiza una consulta con el médico reumatólogo quién indicará un tratamiento adecuado para una mejor calidad de vida.

Dra. Severina María de los Angeles

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