Esos recuerdos de la historia del automovilismo.
Yo soy de Sampacho al sur de Córdoba. En un Gran Premio del TC creo que fue allá por 1965, los hermanos Emiliozzi venían punteando cómodos la clasificación general y la etapa que era la última. Como siempre, los hermanos ganaban a muerte porque nunca especulaban. La prueba se disputaba por ruta 8 viniendo desde Cuyo y en Chaján (a 70 kms de Río Cuarto) había un vado. El «Gringo» no levantó y la gloriosa «Galera» pegó contra el suelo en la bajada y abolló el cárter. El chupador de la bomba de aceite se dobló, en consecuencia se quedan sin presión de aceite y por supuesto fundieron. Al auto lo llevaron al taller de la firma (hoy inexistente) Rodel concesionario IKA. Yo tenía por entonces 14 años y era aprendiz. En el vestuario del taller, Dante y Torcuato se abrazaron y lloraron en silencio como dos niños. Afuera una multitud quería ver el auto. Junto con otro adolescente de mi misma edad (Aníbal Benítez),»gozamos» de la «Galera» toda para nosotros porque la policía no permitía el ingreso de gente. Un señor mayor sacó el carter y mamita…había pedacitos de biela, de leva, un daño irreparable en ese motor Ford F100 creado por estos gigantes del TC.Recuerdo que tenía volante a la derecha, una larga palanca de cambios y nada más. Y estos grandes ídolos del camino superaban en ese auto los 250 kms/ por hora. Por años guardé el aceite del Ford y algún trocito de leva que quedó debajo en el cárter. Lo recuerdo con emoción porque yo también lloré ya que era hincha de Emiliozzi. A ese Gran Premio lo ganó Eduardo Casa con finalización en La Pampa.
El regreso a Olavarría fue triste. Los diarios de entonces tomaban la foto de la Galera herida de muerte remolcada por el auxilio.Casi mil kilómetros para llegar a casa.