Muchos consideran que el «Tordillo» una nave A4-B C-222 de la Fuerza Aérea Argentina es uno de los aviones más famosos del mundo por su hazaña realizada en los últimos días de la guerra del Atlántico Sur.

En su fuselaje están pintados aquellos buques ingleses que se fueron a pique o que fueron gravemente averiados, merced a la astucia y pericia de los pilotos argentinos.

Recientemente este avión junto a un Mirage fueron exhibidos en la realización de «Sabores y Saberes» de Las Higueras. Muchos aprovecharon para las fotografías y desconociendo -la mayoría- la verdadera historia de este caza de guerra A-4B Skyhawk convertido en el más popular del Grupo Aéreo de
los Halcones de Villa Reynolds.

«Este avión es historia pura en los conflictos bélicos y tenemos el orgullo de contarlo con nosotros», señaló el comodoro Juan Edmundo Perot, jefe del Área de Material Río Cuarto. En realidad tuvo tan destacada actuación en la guerra que ‘El Tordillo’ como se le conoce, es quizás el más emblemático de nuestra Fuerza Aérea Nacional», agregó el alto jefe militar. «Hoy no está operativo pero se guarda como uno de los tesoros más preciados de la Fuerza», exclamó.

“¡Llega el tordillo!”

En los días de la guerra de Malvinas, una vez ordenado el despliegue al sur del Grupo 5 de Caza, el capitán Antonio Zelaya trasladó el A-4B Skyhawk C-222 a Río Gallegos el 27 de abril. Al verlo llegar uno de los pilotos, aficionado a los caballos, exclamó “¡ahí llega el Tordillo!” apodo que conservaría a partir de ese momento. En un primer momento se dificultó su entrada en combate dada la falta de mimetizado, aunque la necesidad de máquinas operativas finalmente lo obligó a combatir, y lo hizo con grandeza.

Dicho en otros términos, el avión entró en combate con el color del antióxido de color gris, muy similar al pelaje de un caballo tordillo.

Historia de coraje

El 8 de junio, conocido como el “Día más negro de la flota” la orden de despliegue para la
escuadrilla que integraría el avión en análisis fue la siguiente: Cuatro A-4B Skyhawk indicativo
«Dogo», armados con tres bombas retardadas por paracaídas. Misión: ataque a objetivo naval. Nº
1: Capitán Pablo Carballo (C-201), despegó de Río Gallegos a las 12:30 hs pero regresó por
fallas a las 14:15 hs. El 2: Teniente Carlos Rinke (C-221), despegó a las 11:30 hs y arribó a Río
Gallegos a las 14:30 hs. El 3: 1er Teniente Carlos Cachón (C-222), despegó a las 12:00 hs y arribó a
las 15:00 hs. Nº 4: Alférez Leonardo Carmona (C-240), despegó a las 11:30 hs y arribó a
las 14:30 hs.
El primer teniente Carlos Cachón partió de Río Gallegos a bordo del C-222. Con su escuadrilla llegó a Bahía Agradable en vuelo rasante. Al iniciar un viraje a la derecha avistó los buques de asalto el RFA Sir Tristram y RFA Sir Galahad. Un misil lanzado desde tierra pasó cerca del Tordillo de Cachón, que sin espantarse continuó la corrida y lanzó las bombas. Los impactos dieron en el centro de la estructura del Sir Tristam, otras pasaron de largo por la gran velocidad, rebotaron en el agua y llegaron a la costa donde explotaron afectando a gran cantidad de personal y material. Poco después, y por “razones operativas”, algunos de los aviones se trasladaron a la Base Aérea Militar San Julián, desde donde
continuaron las operaciones. Este traslado, aunque no se sostiene oficialmente,
probablemente fue debido a la necesidad de elevar la moral de combate de las tripulaciones y personal de la base San Julián, mas que a razones táctico operativas. Entre estas naves se hallaba el C-222 «El Tordillo».

Las naves inglesas hundidas. El recuerdo en el fuselaje

Apodado cariñosamente «El Tordillo» lució este esquema que según distintos autores se trataba
de un esquema experimental, aunque suena mucho más convincente la versión que figura en el
libro «A-4B/C Skyhawk» de Fernando Benedetto en el cual comenta que, por la premura de
ponerlo en servicio para el combate, solo se le aplicó la base antióxido, por lo cual el avión operó
con su particular color gris.

Envuelto en la gloria que el celeste del cielo y las nubes blancas cubrieron a este avión, bien valía la pena recordarlo como una de las tantas páginas valerosas que existen en la contienda de Malvinas.

(Mingo Amaya Redacción El Portal Regional)

Sus apariciones sorpresivas ante los buques ingleses, le valieron el mote de «avión fantasma»
El Portal Regional quiso sacar a la luz esta historia de glorias de la guerra a 41 años.
Comodoro Juan Edmundo Perot, Jefe del Área Taller Río Cuarto