El estreno en San Basilio dejó un gran recuerdo. Si bien ya hemos tenido enormes oportunidades en ciudades como Córdoba o Buenos Aires y en festivales, estas proyecciones fueron especiales. Fue de algún modo, terminar un ciclo que hace un par de años reunió personas y recursos con ganas de hacer cine, y que hoy volvieron a encontrarse con una película terminada, en el lugar donde todo comenzó y frente a un gran público.
Ver su devolución, sus emociones, escuchar sus preguntas, es realmente una gran satisfacción para todo el equipo de La Mujer de Vidrio. Como expresamos ese día, la película se termina de construir con la mirada del otro. El mensaje del film llegó, interpeló, abrió a reflexión, y así deseamos que siga siendo.
Agradecemos a todas las personas que asistieron e hicieron posible esta proyección. Hacer una película siempre es un desafío, aún más, si nos encontramos en el interior del interior. Proyectarla se siente como un grito de triunfo, un “lo logramos”.
Queremos compartir algunos de los momentos de esa jornada y aprovechar para agradecer nuevamente a cada miembro del incansable equipo técnico, al talentoso elenco y cada persona o institución que colaboró en la realización del film.
Ahora seguiremos dándole camino a esta historia y representando al cine autóctono.
Staff del film


