Fue un apasionado en el arte de juntar, restaurar y recopilar objetos que hablan de la historia de Coronel Moldes. Hoy con su deceso, la ciudad perdió a un auténtico historiador que repasa el pasado de la ciudad con los más de 14 mil objetos allí guardados.

Su partida no ha sido en vano. Ha dejado un auténtico santuario de recuerdos con objetos que tuvieron protagonistas como el recordado Sergio Trabucco. Allí descansa su silla de ruedas con las que ganó tantas competencias. Las raquetas de Sergio Erlicher. O las bochas de un importante torneo, viejos autos de carrera, triciclos de comienzos de siglo, las fotografías del festejo del centenario y tantos más. El Museo perdió a su director, pero el recuerdo quedará intacto para que vayan las delegaciones escolares a interiorizarse del Coronel Moldes de hace 50 años o más. Seguramente su hijo Ivan continuará el legado que enarboló Avelino. El seguir manteniendo viva la historia de un lugar del sur de Córdoba llamado Coronel Moldes.

Avelino recibía a los visitantes con una copita de mistela
Junto a su hijo Iván