Este 7 de agosto en la ciudad de Río Cuarto, el obispo diocesano Adolfo Uriona nombrará como Santuario al templo parroquial del barrio Bimaco erigido en honor a San Cayetano el patrono del pan y el trabajo.

La nueva designación se realiza en el marco de los 90 años de la Diócesis de la Villa de la Concepción del Río Cuarto.

La piedra basal del actual templo fue bendecida el 9 de julio de 1965 por monseñor Moisés Blanchoud, segundo obispo de esa jurisdicción eclesiástica. El 7 de octubre de 1967, monseñor Blanchoud bendijo el templo, mientras que el 7 de octubre de 1974 se bendijo su primer sagrario.

“Estamos preparándonos con mucha expectativa, con mucho gozo en el Espíritu Santo y mucha alegría, para comenzar la novena en honor al patrono del pan y del trabajo, con la particularidad de que este año es especial porque, lo que comenzó siendo una capilla, fue parroquia y ahora será santuario”, dijo el párroco Gustavo Juárez a la agencia católica Aica.

Y agregó: “El 7 de julio cumplimos 33 años de vida parroquial y lo largo de todos estos años este lugar ha sido convertido por la fe del Pueblo de Dios de Río Cuarto, y también de la zona, como un lugar de peregrinación. Cada 7 de agosto es el día de la gran peregrinación de todos los fieles que a través de la imagen de San Cayetano vienen a encontrarse con Dios”.

El sacerdote recordó que el Documento de Aparecida sostiene que “partir hacia el santuario ya es una confesión de fe, el caminar es un verdadero canto de esperanza, y la llegada es un encuentro de amor. La mirada del peregrino se deposita sobre una imagen que simboliza la ternura y la cercanía de Dios. El amor se detiene, contempla el misterio, lo disfruta en silencio. También se conmueve, derramando toda la carga de su dolor y de sus sueños. La súplica sincera, que fluye confiadamente, es la mejor expresión de un corazón que ha renunciado a la autosuficiencia, reconociendo que solo nada puede. Un breve instante condensa una viva experiencia espiritual”.

La piedra basal del actual templo fue bendecida el 9 de julio de 1965 por monseñor Moisés Julio Blanchoud, segundo obispo de esa jurisdicción eclesiástica. El 7 de octubre de 1967, monseñor Blanchoud bendijo el templo, mientras que el 7 de octubre de 1974 se bendijo su primer sagrario.

El 7 de julio de 1991, monseñor Adolfo Roque Esteban Arana (tercer obispo), de Río Cuarto, creó allí la parroquia San Cayetano, sobre lo que hasta ese momento era una capilla de la parroquia Nuestra Señora de Luján y San Martin de Porres, y nombró como primer párroco al presbítero Horacio Rafael Arias, que desempeñó ese cargo durante 22 años.

El 31 de enero de 2014, monseñor Eduardo Eliseo Martín, obispo de Río Cuarto entre 2006 y 2014, nombró al presbítero Gustavo Juárez como nuevo párroco, quien aún se mantiene al frente de la comunidad.

Luego, el 18 de junio de ese año, monseñor Martín, luego de oír el parecer de la Comisión Diocesana de Bienes Culturales, aprobó el proyecto del arquitecto Francisco Alvelda, el cual preveía la ampliación del templo parroquial.

Así, el 22 de agosto de 2017, el presbítero Juan Carlos Giordano, vicario general de la diócesis, habiendo constatado la inexistencia de reliquias en su interior, autoriza desmantelar el altar preexistente. El 4 de octubre de ese año, el párroco Juárez, en presencia de algunos fieles, depositó la reliquia de primer grado de Brochero en el nuevo altar.