La leche materna es el alimento por excelencia para la nutrición de los pequeños; sus anticuerpos, células y demás componentes ayudan a proteger y prevenir enfermedades.

Se recomienda que los lactantes sean alimentados hasta los 6 meses exclusivamente con leche humana.

En alusión a la fecha, el 7 de agosto se realizará en Córdoba una jornada para equipos de salud con disertaciones e instancias de diálogo sobre el tema.

Con el lema: “Disminuyamos la brecha, apoyemos la lactancia entre todos”, del 1 al 7 de agosto se celebra en todo el mundo la Semana Mundial de la Lactancia, una instancia que invita a recordar la importancia de esta práctica y los múltiples beneficios con los que cuenta.

En este sentido, se recuerda la recomendación sobre sostener la lactancia exclusiva hasta los 6 meses del pequeño; a partir de esa edad, se puede iniciar la alimentación complementaria sin suspender la lactancia, hasta los 2 años o más.

Otro punto a tener en cuenta es la importancia de que la lactancia se practique a libre demanda, es decir, cada vez que el lactante lo pida, y todo el tiempo que quiera.

Asimismo, debe contemplarse que la leche humana es el alimento más rico en nutrientes; es el único alimento que posee anticuerpos, células y otros componentes que ayudan a proteger y prevenir a los lactantes de diversas enfermedades.

Además, es específica para la especie humana, por lo cual, sus proteínas no pueden desencadenar alergias como puede suceder con otras fórmulas a base de leches animales.

Otro punto a destacar es que la lactancia beneficia el vínculo entre la mamá y el bebé. En tanto, los beneficios de la lactancia no se limitan solo al pequeño, sino que se extienden a la mamá, a la población en su conjunto y el medioambiente, con impactos positivos a corto y largo plazo.

Cabe mencionar que, según los registros de la Provincia, en todo el territorio cordobés, sólo 4 de 10 niños y niñas continúan con lactancia exclusiva -sólo teta- a los 6 meses de edad.

Al respecto, Ana Lía González, de la Dirección de Salud del Embarazo, Perinatal y de la Niñez –DISEPEN-, resalta: “Esto puede leerse como una consecuencia no directamente asociada a problemas de salud o contraindicaciones médicas. A partir de los intercambios que tenemos con las familias, algunas causas de un destete temprano tienen que ver con la percepción de haberse quedado sin leche, el regreso al trabajo, la dificultad para sostener la lactancia junto a otras tareas, percibir que el niño se queda con hambre, entre otros”.

En este sentido, desde la Dirección se trabaja en diversas estrategias para la promoción de esta práctica. Algunas líneas de acción tienen que ver con brindar información sobre lactancia desde el embarazo; implementar materiales de comunicación en salas de parto y en diversas áreas de los hospitales; capacitar constantemente a los equipos de salud en la importancia de la promoción de la lactancia, y reforzar la promoción con la creación de Espacios Amigos de la Lactancia para apoyar y acompañar en lugares de trabajo.

Otra de las líneas de acción de la Dirección es dar a conocer los riesgos asociados al uso de fórmulas infantiles.

“La lactancia ha demostrado ser un factor protector contra distintas enfermedades infectocontagiosas, del espectro atópico y cardiovasculares, así como contra la leucemia, enterocolitis necrotizante, enfermedad celíaca y enfermedades inflamatorias intestinales”, sostiene la referente.