En el marco de la primera entrega de premios a los montadores, el conocido animador de fiestas criollas Néstor Ramello, manifestó que tenía conocimiento que era el último período de José Luis Beltramone como intendente. Bajo su gestión nació este festival y se creó el magnífico campo de jineteadas totalmente iluminado para realizaciones nocturnas.

Néstor Siliano y Sandro Azar fueron los conductores del micrófono en la reunión artística y protocolar.

Pero en el 2024 Beltramone ya no será intendente por lo que Ramello lanzó el pedido de la continuidad de esta fiesta para que siga creciendo.

Por su parte José Luis Beltramone tuvo palabras de gratitud hacia el gran equipo de trabajo que de días anteriores dispuso de su tiempo para concretarlo de manera exitosa como se hizo. También al Concejo Deliberante, a los chicos de la promoción que este año tendrán su egreso. A los auspiciantes que forman de esta organización.

«Junto a la familia todo esto forma parte del festival marcando los pasos de poder lograr en la Cautiva este tipo de espectáculos. Agradeció a los «Pilcheros»,a los técnicos del sonido a los que organizaron el escenario.
«Estamos logrando un sueño que se logró alguna vez, espero que vaya creciendo».

Los premios fueron de 70 – 80 -100 y 150 mil pesos para los tropilleros que se lucieron en la jornada del sábado.

Hubo presentes y con premios para Martín Quinteros, Valentín Tobares, Carranza y Nicolás Bustos y Pipo Quinteros.

Luego las atracciones del baile tales como el ballet Orgullo de mi Pueblo y el Taller Municipal de Folklore, Andrés Clerc, Los Mellizos Dias de Tucumán, Los Trajinantes, La embajada de Corrientes, Jean Carlos y Los Chamameceros.

Autoridades nacionales presentes en la fiesta
Labor impecable de los locutores Sandro Azar y Néstor Siliano
Los fans esperando el show de Jean Carlos
Viajaron desde Tucumán para actuar en La Cautiva. Los Mellizos Dias
Vinieron de corrientes con su arte
Payadores, tropilleros y montadores
Jean Carlos junto al intendente y algunas fans
Al ritmo del chamamé
Todo lugar es bueno para bailar