En una tarde gris, fría, pero con un rayo de sol que surgió a las 15, solamente para que el dorado de la bella imagen de la patrona de Sampacho brillara como siempre, se hizo el festejo patronal. En realidad, el sol salió por unos pocos minutos como para celebrar con emociones la salida de La Consolata, después el cielo se cubrió nuevamente mientras se desarrollaba la procesión.
La Guardia de Honor Oficial de la Virgen pertenece a la Sección de Seguridad Vial Sampacho Gendarmería Nacional consagrada como tal por el entonces obispo diocesano Eduardo Eliseo Martín el 20 de junio de 2011.
Para quienes cubrieron el trayecto de las 14 cuadras, apreciaron la delicadeza de los dueños de viviendas por donde pasaba la imponente caminata con adornos de todo tipo. Hubo peregrinos de varios puntos de la región y de la provincia de San Luis.
El obispo diocesano Adolfo Uriona presidió la Misa del Peregrino y a su término, la Comisión Pro Templo sirvió a los visitantes desde el Salón del Peregrino, el tradicional chocolate con masas.
Hubo una delegación de sacerdotes y seminaristas de San Luis y otra de Río Cuarto encabezado por su rector Sergio Bosco.
De este modo se desarrolló la tradicional fiesta mariana de la diócesis, menos concurrida que otros años producto del intenso frío, pero con el fervor y la devoción que la caracteriza.










