El pueblo de Santa Catalina soportó una granizada histórica, una tormenta que se abatió sobre la localidad, la avenida General Paz cubierta de agua en su totalidad y ni hablar de la multiplicidad de problemas que se originaron en la zona rural, principalmente en Santa Flora. Allí quedaron aisladas varias familias.

La infraestructura vial también mostró daños cuantiosos. Los caminos de tierra secundarios y terciarios, se cortaron y era (y es) imposible transitar por ellos.

El intendente Maximiliano Rossetto ponderó el trabajo en equipo que en forma urgente se unión para trabajar.

Bomberos Voluntarios de Santa Catalina, efectivos del Ejército Argentino del Batallón «José María Rojas», Policia, Gendarmes, vecinos y productores decidieron salir a enfrentar la emergencia.

El trabajo coordinado y en equipo es garantía de buenos resultados, expresaron en un posteo los Bomberos Voluntarios. Y no era para menos.

Santa Catalina u Holmberg como se la prefiera llamar, había soportado una de las tormentas más fuertes de los últimos 40 años. Y en la emergencia el equipo funcionó a la perfeccióm.

Desde Bomberos Voluntarios expresaron:

«Se trató de un evento climático extremo con abundante lluvia y granizo que azotó nuestra zona generando daños y anegamientos de diferentes niveles.

La acción coordinada de las diferentes fuerzas vivas e instituciones de la localidad garantizaron la respuesta integral a las diferentes necesidades de los vecinos del pueblo, la zona rural y de aquellos que se desplazaban por las rutas de la jurisdicción.

No fue uno u otro, fuimos todos. De eso trata esto, de estar cuando la situación lo requiere, de hacer lo que hay que hacer cuando y cómo es necesario, de ser el profesional que la situación requiere y de tener las aptitudes requeridas para lograr la mejor gestión de los recursos a fin de que la situación no supere las capacidades del sistema.

Somos, hacemos y pertenecemos… De eso se trata».

Fuente: Bomberos Voluntarios de Santa Catalina (Holmberg)