Luego de las gestiones realizadas por la producción del programa automovilístico «Motor Test», las cuadrillas de Vialidad Provincial decidieron intervenir y restaurar después de 50 años de abandono los pintorescos puentes de Copina.

La imagen muestra como quedó la estructura del primero de ellos, ubicado en el tramo que va desde Copina hasta El Cóndor.

Si bien la Legislatura Provincial aprobó por ley el 9 de marzo de 2022 el llamado Programa de Revalorización Histórica, Cultural y de Promoción Turística del Camino de los Puentes Colgantes, recién luego de las gestiones de Motor Test y la buena voluntad de las autoridades de Vialidad se hizo realidad la restauración aunque del plan en cuestión faltan ejecutar aún numerosas etapas adicionales.

Algo de historia

Los puentes colgantes anteriormente fueron una necesidad. Todo el tránsito vehícular pasaba por encima de ellos y soportaron estoicamente décadas de tráfico, e incluso importantes pruebas deportivas.

Este camino de los puentes colgantes –que va de Copina a El Cóndor– forma parte de la antigua ruta que se hizo para unir el Valle de Punilla con el de Traslasierra. Una construcción muy reclamada por el Cura Brochero a las autoridades de la época y que comenzó a construirse a principios del año 1915. Los obreros fueron abriendo el camino con herramientas de mano y explosivos, dibujando un serpenteante trayecto con precipicios, grandes paredes rocosas y los famosos puentes que protegían el curso de los arroyos.

Esta obra de infraestructura vial fue una de las más importantes de ese tiempo y terminó de construirse en 1918. Una construcción que no solo serviría a la conexión de los pueblos, sino que, con el correr de los años, atraería a turistas, y hasta sería uno de los tramos de la edición argentina del Campeonato de Rally mundial. De allí la importancia de su recuperación.

Foto Gentileza Motor Test.