Desde el año 2019, los estudiantes de 6º Año del Instituto Adelia María, en el marco del espacio curricular de Administración, impulsan el proyecto institucional, social y ecológico “Llená una Botella de Amor” con el objetivo de reducir, reutilizar y reciclar los residuos plásticos, promoviendo el cuidado del medio ambiente.

La institución educativa adhiere a la iniciativa de la Fundación Llená una Botella de Amor con sede en Buenos Aires, instando a la comunidad a colocar los residuos plásticos en botellas plásticas de cualquier tamaño.

Los residuos plásticos comprenden paquetes de fideos, arroz, polenta, galletitas, snacks, congelados; envoltorios de golosinas como alfajores, chupetines, caramelos, chocolates; sachets de leche, aderezos, productos de higiene personal y limpieza; bolsas de supermercado, verdulería, carnicería, tapas de tartas, empanadas, revistas; papel film; separadores de nylon; palitos de chupetines, mezcladores de café, cucharas de helados, sorbetes, entre otros. Los mismos no hacen falta que se encuentren limpios y deben ser presionados a través de un palo o varilla para que queden bien compactados en la botella.

Las alumnas explican como llenar la botella

El IAM brinda el espacio físico funcionando como punto de acopio. Cabe destacar que desde el inicio del proyecto, ya se acopiaron 12 big bags en el patio de la institución. Los estudiantes y el personal de la institución son los encargados de recolectar de los hogares, empresas e instituciones que llenan las botellas y los estudiantes de 6º año son los responsables de controlar que estén bien compactas, retirarles las tapas plásticas y acopiarlas en el lugar asignado.Las tapas plásticas de las botellas se separan para apoyar otro proyecto institucional, social y ecológico, “Ayudemos a Ayudar” para colaborar con Afulic Ong (Amigos de la Fundación Leloir para la Investigación contra el Cáncer), mediante esta recolección para su posterior venta para apoyar económicamente a los científicos argentinos.

Las “Botellas de Amor” recolectadas se envían a la fundación, que lleva a cabo un proceso sustentable de conversión en madera plástica. Ésta a través de un sistema de premios, canjea las toneladas recibidas por premios como separadores de residuos, mesas, bancos, juegos, aulas y viviendas construidas con madera plástica.