Eran tiempos de dictaduras militares pero en esta región del sur de Córdoba muchos ni enterados de la tragedia que sacudían principalmente a las grandes capitales de la Argentina.

En esos años 76-77 se vivieron etapas de esplendor con cientos de jóvenes que se volcaron a las tareas de la iglesia y en todos lados nacieron los «Grupos Juveniles. Entre los más importantes resaltaba Alcira Gigena, Sampacho y San Martín de Porres de Río Cuarto.

Hoy la realidad dista bastante de aquellos años, pero de igual modo, bien vale la pena recordar que ocurrió con una de esas grandes realizaciones.

Un día vino el padre Horacio Arias párroco de Sampacho-de Bulnes, Suco y Chaján y les dijo a los jóvenes:

¿Que quieren que hagamos…un retiro espiritual o ir en peregrinación hasta Bulnes? La respuesta fue unánime. Era el año 1977 y todos coincidimos en ir caminando a Bulnes 15 kilómetros en total.

Aquellos jóvenes eran Jorge Gregorio Mateo Paris, Walter Avanzini, Miguel Sosa, Víctor Poroto Miazzo, Héctor Mingo Amaya, Fernando Bustos y Fernando Llobell (+) quienes comenzaron trabajando para darle forma al proyecto.

Iban a participar los chicos de confirmación que eran en total 350 y se hizo la invitación para toda la comunidad.

Se sumaron a la propuesta Chichita Bogino , Adelina Angeletti y Sonia Castañeda tres catequistas de Bulnes porque allí había un buen grupo de chicos que querían hacer algo. En un Renault Gordini partieron hacia a Coronel Moldes para tentar a los jóvenes de esa ciudad a que vengan a la primera peregrinación que iba a ser el 7 de agosto de 1977.

Un domingo y en pleno partido en la cancha de Everton nos recibió Cleto Medina referente de la parroquia María Auxiliadora quien de inmediato se puso en contacto con Héctor Omodei (ambos fallecidos pero vivos en el recuerdo) y luego Alicia Mores, Gerardo Brarda, Bibiana Moreira, Amanda Flores y Mario Martino fueron los que iniciaron la movida para venir a Bulnes.

Se agregaron decenas de chicos más para ese grupo y esa peregrinación.

Así se formó el Grupo Juvenil de Coronel Moldes que en octubre de ese año adquirió el nombre de «Fátima».

Y así surgieron los pormenores de la preparación.

Se tomaron el compromiso de rezar todos los días a las 22 un padre nuestro por el éxito de la peregrinación.

«Ah…y si estamos en el boliche que hacemos? preguntó una de las chicas recordando que en aquellos años los domingos el boliche se llenaba de chicos para bailar e irse a dormir a más tardar a las 0,30.

«Y bueno…rezamos lo mismo». Y así entre los temas de onda de aquella época, el parar la música y después de rezar todos de la mano, seguir la joda. Era así y cuesta entender como en aquellos años hubo semejante testimonio.

Se eligió un tema en la marcha que era «El sentido de la vida». La peregrinación estuvo muy organizada a tal punto que prometieron (y cumplieron)de poder realizarla peregrinos de Adelia María, San Basilio y Achiras. Seguramente que van a faltar nombres que se sumaron de inmediato por eso fue que el club Peñarol obsequió una cena para todos los equipos de trabajo que hacían las veces de coordinadores con el padre Arias a la cabeza. Y así llegó el día. Todos los autos tenían una faja que identificaba a la peregrinación.

Unos 650 jóvenes de ambos pueblos tomaron parte de la caminata saliendo de ambas cabeceras ¿a las 8 de la mañana un domingo! Cosa de locos. Hasta el mismo veterano sacerdote José Núñez Regüela se sumó caminando y después lo hizo el obispo Moisés Julio Blanchoud. Hubo personas muy mayores que también caminaron sin problemas

En Bulnes fueron recibidos por el intendente César López con un solemne discurso y muy emocionado por cierto y fuimos al almuerzo en el salón chico de San Lorenzo colmado de jóvenes.

¡Que fiesta!. Hubo un plenario, canciones, sketchs y se terminó con la misa.

Finalmente dos grandes caravanas de autos devolvieron los peregrinos a Coronel Moldes y Sampacho.

Ellos cansados pero felices relataban en detalle de esa primera edición que en realidad no fue tal porque solía decir el recordado sacerdote Víctor Pugnata que los seminaristas ya la hacían allá por los años 60.

En años posteriores se sumó el seminario, otros sacerdotes y peregrinos de diversas partes, pero el recuerdo de quienes la hicieron por primera vez, la mayoría padres y madres de aquella dicen que aquella edición de 1977 es inolvidable .

4Ana Esther Magdaleno, Oscar Bosi y 2 personas más2 comentariosMe gustaComentar