La de este miércoles fue una tarde cargada de historia. La posta de Los Nogales, lugar de descanso en sus 9 viajes realizados por el Libertador, hizo que los duendes del pasado se agitaran, se subieran a lo más alto del mangrullo para gritar ¡Viva la Patria!.

Por eso es que en esta costumbre que ya se viene realizando desde hace unos pocos años, para la recordación del paso a la inmortalidad de José de San Martín, se eligiera nada menos que a la legendaria Posta.

Beatriz Gigena miembro de esa generación que de hace tantos años cuida la Posta, agradeció a la Municipalidad y a los alumnos por permitirse realizar el acto sanmartiniano.

Marcos Simón responsable del área Turismo de Achiras dijo que un 17 de agosto estar en Los Nogales como testigo de un acto en honor a San Martín «es estar codeándose con la historia misma».

SImón revalorizó el homenaje «y tal como se dijo en el acto al argentino más importante de la historia que haya pasado por Achiras».

Aregó: «Hay que destacar que esta ceremonia se inició en la gestión anterior y sin embargo tiene que trascender cualquier gestión política. Hay que pensar y trabajar para que este acto se siga realizando en Los Nogales».

La Posta de los Nogales es un ícono en la historia de la provincia de Córdoba y se mantiene en forma impecable gracias al trabajo de los hermanos Gigena.
Beatriz manifestó que siempre estarán custodiando este lugar.

«Ya son 7 generaciones y ahora llegando a las 8. Agradeciendo a Dios y a la vida que nos permite seguir encontrándonos».

El padre Mario Mendoza pronunció una invocación religiosa, el intendente y la familia Gigena tuvieron a su cargo dejar la bandera a media asta y la Banda Serrana que dirige el maestro Marcos Meroni interpretó canciones patrias. Los bailarines folclóricos bajo la dirección de Ingrid Género dejaron su impronta y finalmente vino el mate cocido con tortas fritas.

En ese ámbito quedaron resonando los sones de la Banda Serrana y el eco redoblado en las piedras y senderos del lugar siempre cargado de bellezas de las sierras, lo que hizo hizo imaginar como habrá sido el fragor de esos 5.000 hombres que cruzaron los Andes para liberar a otras naciones.