Diego Domingo Esperanza es el consejero más antiguo de la Cooperativa de Servicios Públicos de Sampacho.

En su larga trayectoria, sostuvo que el sistema cooperativista es aquel que ha permitido en tantas localidades de la provincia, poder realizar diversas obras que quizás hubiera sido difíciles de realizar de no haber intervenido alguna cooperativa.

Este consejero tuvo palabras en el recuerdo para Enrique Medeot quien fue el que inició este proceso en la localidad de Sampacho.

Tras recordar cómo se regían las cooperativas en otros tiempos, hubo que readaptar el estatuto de estas instituciones.

El estatuto viene a ser el reglamento de las cooperativas. Explicó como se desarrollan las asambleas. Asamblea. Consejo de Administración y la sindicatura.

“Cada socio es un voto”, dijo el abogado Esperanza. Todos los socios tienen derechos e igualdades que son similares.

El hecho de participar en una cooperativa, no faculta a tener ventaja sobre los otros. Todos los socios están equiparados en un contexto de igualdad.

Las asambleas ordinarias son aquellas que se realizan anualmente con el cierre de ejercicios económicos.

Las asambleas extraordinarias se celebran cuando hay asuntos de mucho interés y no hay tiempo de tratarla en una ordinaria. Son iguales, pero se celebran fuera de término, cuando puede surgir alguna urgencia.

Las asambleas tienen injerencia para elegir a los consejeros y al síndico. El consejo -dice- está integrado por 12 miembros.

La Municipalidad dispone de un representante para llegar a 13 miembros. En el caso de la cooperativa de Sampacho se reúnen una vez por semana.

Para sesionar tienen que haber quórum es decir la mitad más uno. Los suplentes asumen ante una renuncia, un fallecimiento, etcétera.

El presidente vota igual que todos, lo que tampoco significa que tenga más autoridad sobre el resto.

La sindicatura es controlar la actividad de la cooperativa y que se cumplas las decisiones de acuerdo a la ley.

Tras este sintético repaso del sistema por el que se rigen las cooperativas, sostuvo que en estos 65 años de labor, mucho se ha trabajado por lo general en silencio, pero haciendo cosas, servicios esenciales que hoy disfruta la comunidad de Sampacho y toda la región.