Al término de la procesión de San Basilio, dieron inicio otro tipo de ceremonias. Al cumplirse 50 años de la parroquia, se instaló un nuevo altar de mármol y un ambón.

El obispo diocesano Adolfo Uriona, el párroco Claudio Borsotti y los acólitos, desplegaron un ritual que fue muy interesante.

Se explicó que la consagración de un altar como el que se estrenó en San Basilio, es un rito muy solemne para transformar este lugar en un espacio sagrado donde se realizan misas y la consagración del Cuerpo y Sangre de Cristo.

 Este acto implica la unción con óleo santo, la purificación con incienso simbolizando la unión entre la Iglesia terrenal y la celestial. 

El intendente hizo entrega del decreto por el cual declaraba visitante de honor al obispo mientras duraba su permanencia en San Basilio.

También se descubrió una placa recordatoria de estas cinco décadas que celebró el bonito templo parroquial del pueblo.