Este domingo 20, el Pbro. Bernardo Mac Loughlin tomó posesión de la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción de Alejandro Roca. La intendente Ariana Viola asistió a esta celebración al igual que una importante cantidad de fieles del pueblo y la zona rural.

Compartimos una entrevista, en los momentos previos a su nuevo desafío pastoral.-

¿Qué expectativas tiene en torno a su llegada?

Primero me gustaría compartir la gran sorpresa que me llevé con esta propuesta de Dios, a través de la voz del Obispo de volver a mi pueblo. Alejandro es el lugar donde me bautizaron, donde pasé mi niñez y adolescencia; donde dí mis primeros pasos en la fe, donde conocí a Dios por primera vez. Cuando me ordené en Alejandro Roca, nunca me imaginé que Dios me iba a traer por estos lados nuevamente, asi que tengo muchas expectativas en el corazón, muchas emociones y también un compromiso nuevo. La idea es sumarme a esta comunidad que viene caminando y que ya tuvo otros pastores, volver a reencontrarme con un montón de gente querida, conocer gente que vino al pueblo. Sumarme sintiéndome hermano y asumiendo este rol, pero con muchísima alegría en el corazón. Que todos juntos podamos escuchar la voz de Dios y dejarnos ser dóciles al Espiritu. Que podamos seguir caminando y ver qué misterio esconde este Dios que hace que nuevamente nos reencontremos: la comunidad conmigo y yo siendo su nuevo pastor.

¿En qué momento de su vida, lo encuentra este nuevo desafío pastoral?

Me encuentra con varios años de sacerdote, y con varios años también de vida. Vengo con la experiencia de haber pastoreado varias comunidades, y de cada una de estas me he enriquecido y me he nutrido muchísimo. Es increíble como Dios obra, siempre uno recibe más de lo que da.

¿Algo más que quiera agregar?

Agradezco a las comunidades de Sampacho, Laboulaye, Isla Verde donde tuve mi primera experiencia como párroco, y a Fátima.

Agradezco también a la comunidad de San Basilio que me acompañó en momentos difíciles de mi vida y supo contenerme y esperarme. Tuvieron un cariño y un cuidado especial. También quiero agradecer a la comunidad de Alejandro, que sé lo contentos que se pusieron por mi llegada y con la alegría y el cariño que me reciben.