Peregrinos y jinetes recorrieron varias leguas para llegar a la Capilla de Tegua. Aquellos que sintieron relatos de los abuelos, ahora lo vieron en tiempo presente.
«Estuve viendo imágenes de lo que fue la peregrinación a Lujan y se vieron sacrificios importantes, hasta un peregrino que realizó el trayecto en alpargatas» relató emocionado el obispo Adolfo Uriona.
En el predio de la Capilla de Tegua han trascurrido los años y se advierte el trabajo de aquellos que construyeron este lugar.
La capilla de Nuestra Señora del Rosario de Tegua fue construida en 1696 por el alférez Miguel Fernández Montiel, cumpliendo la última voluntad de su padre -quien era devoto de la Virgen del Rosario-, y fue sede de uno de los curatos más al sur de la provincia de Córdoba. En 1748 fue remodelada. En 1976 fue declarada «Monumento Histórico Nacional», por Decreto Nº 1.256/76.