Fue uno de los grupos de mayor trascendencia en la época dorada de la música popular bailableallá porlos años 60-70 y 80. Tiempos de grandes grupos como “Los Iracundos”, “Los Náufragos”, “Los Gatos”, “Los Ángeles Negros”, “Los Galos”, “Grupo Uno” y tantos más. Con una moda de pantalones anchos, camisas entalladas y ellas (las chicas) de minis y “hot pants”.
Esta agrupación musical nació en Sampacho a mediados de los años 60 y con el paso del tiempo, aun cambiando integrantes, fue creciendo en el contexto musical de todo el sur provincial (también del Valle de Calamuchita, en Traslasierra), en San Luis y Mendoza.
“Aún recuerdo a ‘Los Coléricos’ por sus grandes actuaciones en la Fiesta Provincial del Trigo de Vila Huidobro”, dijo uno de aquellos bailarines que rememoraban la pista a aire libre repleta, en un dechado de luz y color. Así desfilaron por la mente de quienes de una u otra forma pasaron por las huestes de este grupo musical, los carnavales de Sampacho, Arias, Huinca Renancó, Etruria, Vicuña Mackenna, General Levalle, en las patronales de toda la zona (seguramente nadie puede olvidar las patronales de Villa del Carmen) y los increíbles bailes en “Los Incas” de Achiras, Coronel Moldes, Berrotarán, Las Vertientes y Río Cuarto por citar solamente algunos.
“Fuimos durante dos años y medio casi todos los sábados a lo que era ‘La Pagoda’ en Villa Mercedes, más adelante Colegiales sobre avenida Mitre”, recordó uno de sus históricos bateristas Héctor “Tala” Balmaceda (hoy radicado en Buenos Aires) quien dijo que la preparación previa de un baile tenía mucho de profesionales porque se ensayaba cuatro veces a la semana sin faltar casi nunca.
Delfín “Pirincho” Amaya recordaba con nostalgias esos tiempos en que los bailes eran auténticas fiestas populares donde la gente no paraba de divertirse.
En Del Campillo estaba la gran fiesta de los tamberos que previa concertación contractual se iniciaba a las 23 y se terminaba a las 7 ¡del otro día!! con desayuno de medialunas y café con leche.
“Los Coléricos” actuaron en varias emisoras radiales tales como LV 16 Radio Río Cuarto, LV 15 de Villa Mercedes, LV 13 Granaderos Puntanos de San Luis capital, LV 22 de Huinca Renancó, llegaron a grabar un disco de pasta y fue el primer conjunto en esta zona que actuó con un hermoso órgano electrónico toda una rareza por esa época y que ejecutaba maravillosamente Charlie Fernández el tecladista no vidente.
Su nombre sigue en cartel de los memoriosos. Y el recuerdo más vigente que nunca.
Este pensamiento va dedicado a esas generaciones que a la hora de los “lentos” cerraban los ojos, apretaban contra sí a la compañera y se dejaban llevar por el ritmo inconfundible de un grupo musical que trazó una huella inolvidable en el pentagrama de la historia.