Santa Catalina de Siena es la patrona de la localidad del mismo nombre también conocida como Holmberg. Cada 30 de abril, recibe el mejor homenaje de sus fieles con procesión, desfile y una fiesta donde la devoción se mezcla con lo tradicionalista, con los pasos marciales del desfile, con el agitar de pañuelos y con la bendición final.
Esto es relativamente lo que sucedió este domingo en la localidad.
Los obispos Adolfo Uriona titular de la Diócesis de Río Cuarto y Ricardo Araya, vecino de la localidad y actualmente prelado de la diócesis de Cruz del Eje, junto al párroco Javier Morelli, presidieron las ceremonias religiosas preparadas en su honor.
La fría tarde para nada amedrentó a los vecinos que acompañaron el recorrido un poco más acotado que en otras oportunidades por avenida General Paz.
La misa concelebrada, las canciones, los jóvenes y los saludos finales, bajaron el telón a esta fiesta que desde hace muchos años se realiza en la localidad en honor a quien es considerada «Doctora de la Iglesia Santa Catalina de Siena»