Al igual que otros 24 de septiembre gloriosos, después de 2 años de pandemia, los fieles católicos de Achiras disfrutaron de una fiesta patronal inolvidable.
La procesión partió desde corta distancia de la ruta 30 por avenida del Libertador y caminando 16 cuadras arribaron a la plaza «José Gabriel Brochero» frente al histórico templo parroquial, hoy remozado totalmente al igual que la Casa Parroquial. Serpenteando por esas calles de subidas y bajadas, aspirando el aroma de as sierras y con el sol que no quería meterse tras los cerros del Comechingones, el paisaje era enternecedor. Hombres, mujeres y niños todos vestidos de fiesta, se dedicaron a honrar a María.
«Nos sentimos orgullosos de tener como patrona a a Virgen de la Merced. Hacía dos años que no teníamos fiesta por la pandemia y vemos que ahora han venido muchos fieles tanto del pueblo como de otros lugares pero que son nacidos acá», expresó un emocionado intendente José María Gutiérrez quien tomó parte de los actos caminando con los invitados especiales, los Bomberos Voluntarios y la Guardia de Honor del Ejército Argentino.
«Que la Virgen de la Merced, nos permita cambiar el corazón de todos los argentinos, que no haya divisiones y que todos podamos vivir en paz. Que no falte la unidad en las familias ni el pan en cada casa de nuestros hermanos», expresó en su homilía el párroco Mario Mendoza.
El sacerdote Hugo Bustos párroco emérito recibió el cariño de la gente cuando el padre Mario Mendoza pidió un aplauso por el él y le agradeció los 30 años de labor pastoral realizados al frente de la parroquia achirense.
De la mejor forma culminaron los actos de la Virgen de la Merced, de la «Linda del Sur Cordobes». Una fiesta centenaria, con preces y canciones, con la imagen del cura gaucho que de sierras sabía y mucho presidiendo la misa concelebrada.
«Gracias a Dios y al pueblo que nos acompañó, pudimos celebrar esta fiesta de fe», expresó el párroco Mario Mendoza.