Esta es una historia de Navidad que si bien no comienza con «érase una vez» tiene mucho de la magia de los cuentos de hadas.
Los protagonistas de esta historia son el Oficial Principal Lucas García quien trabaja en el destacamento de Las Acequias (departamento Río Cuarto) desde hace 3 años. El otro es Brandon «Chispita» Bazán de 6 años.
Las Acequias es una localidad con alrededor de 2000 habitantes donde todos se conocen.
Este niño llamó la atención del efectivo policial porque a lo lejos se hacía oír en su bicicleta (visiblemente deteriorada), cantando y saludando a todos. Además le recordaba a su niñez entre juegos, sonrisas y tardes de paseo con una bici armada por su papá: un policía retirado que también oficiaba de bicicletero.
Chispita, como lo describe su papá Hugo Bazán, es un auténtico personaje conocido y querido por todo el lugar, en la panadería lo esperan con un vasito de gaseosa y facturas, lo invitan a pescar, es la adoración de las maestras y en palabras de su padre «es un orgullo» para él, su mamá y sus tres hermanas.
El mismo cuenta que desde los dos años va y viene con su abuelo con quien armaron esa bicicleta con un par de llantas y atada con alambre.
Hasta que finalmente un día, el vehículo de Chispita dijo basta, es ahí cuando a Lucas se le ocurrió la idea de unir voluntades.
Inmediatamente se puso manos a la obra y publicó en su estado de Whatsapp si alguien tenía una bicicleta para restaurar.
En cuestión de minutos ya había una bicicleta donada y Alberto Alfonso, un bicicletero amigo de la infancia, dispuesto a encarar la tarea de ponerla en condiciones. Luego aparecieron donaciones de pintura, tapizado, repuestos hasta formar una gran cadena de solidaridad que culminó con la entrega de la flamante bici restaurada el 23 de diciembre.
Lucas destaca que la cara y la sonrisa del pequeño al ver su regalo son impagables y espera que a través de su acción, las personas entiendan que todos podemos aportar un poquito para hacer feliz a alguien.
Nuevamente las redes sociales hicieron su parte y lograron conectar almas bondadosas que contribuyeron al desenlace feliz de esta historia.
La Navidades una época que mueve muchos sentimientos, emociones, nostalgia, reúne a las familias, una época de compartir, dar y recibir.
Afortunadamente la magia de esta festividad y la suma de almas generosas ayudaron a cambiar el mundo de Brandon.