En una ceremonia muy familiar acontecida en la Plazoleta de los Inmigrantes, la Comisión Municipal de Cultura de la localidad de Sampacho que preside Cintia Rojo, descubrió un mural obra del eximio muralista de Achiras Martín Lanfranco que perpetúa la figura de Luis Olguín, este artista local fallecido hace poco tiempo.

Luis fue un destacado artista plástico. Sus dibujos perduran en el tiempo, la letrería fue otras de sus virtudes, mientras que decenas de poemas y canciones son reconocidas hasta la actualidad. Y una faceta un tanto desconocida lo fue en deporte. Alguna vistió la casaca de Confraternidad como arquero y en otras, con el «11» en la espalda obtuvo con los «Diablos Rojos» de Confraternidad, el título de campeón.

Cintia Rojo al hacer uso de la palabra, expresó que la idea de plasmar su recuerdo con un testimonio hecho en mural, fue idea de la propia familia.

Por su parte fueron numerosas las personas, principalmente allegados al artista fallecido que ocuparon los espacios de la plazoleta de los Inmigrantes. En representación de sus hijos, una de ellas recordó sus consejos y otras instancias de su vida.

El concejal Daniel Bressán, la secretaria Cintia Rojo, hijas y Oscar Nicasio hermano de Luis posan con el mural de fondo.

Su trayectoria

Desde muy pequeño Luis advirtió que tenía facilidad para dibujar. En una entrevista recordó que siendo niñoa, la maestra de la escuela a la que asistía le solicitaba pasar al pizarrón para hacer los dibujos de la clase.

Pero la vida era dura y Luis tuvo que alternar su pasión de dibujante trabajando en las cuadrillas de obreros en el campo. Pero nunca abandonó sus dibujos ni la música.

Estudió dibujo por correspondencia en aquellos años era frecuente hacerlo de este modo ante la imposibilidad de asistir a una escuela de arte y lo hizo con notas sobresalientes en la Escuela Panamericana de Arte.

Entre los trabajos más renombrados, figura una restauración en los frescos del Santuario de Nuestra Señora de La Consolata. Por ese motivo recibió el reconocimiento de la Comisión Pro-Templo. Sus dibujos se diseminaron por todos lados y así hubo publicaciones gráficas que lo tuvieron como protagonistas, siendo el recordado «Sampachito» (de la revista Sampacho y su gente) como un popular personaje.

Fue merecedor de homenaje por medio del Honorable Concejo Deliberante en uno de los tantos aniversarios de Sampacho y su historia fue reflejada en varias ocasiones en un conocido diario de la ciudad de Río Cuarto.

Nunca abandonó sus pasiones. Hincha de Independiente y Confraternidad dijo que esos eran los mejores colores. Pintar, hacer carteles publicitarios, hacer deportes y pulsar la guitarra, eran moneda corriente. De lo contrario con luz tenue en su casa daba rienda suelta a su inventiva como poeta.

Fue uno de los personajes más reconocidos del antiguo barrio Sur con lo que fue su primer mural «Bar el Africano».