En los tiempos antiguos de la Medicina, la artritis se consideraba como una única enfermedad contra la cual “poco se podía hacer”, salvo aconsejar la toma de Colchicina o derivados de la corteza del sauce, y esperar. A pesar de ser una enfermedad grave, en la actualidad sigue siendo una patología desconocida para la población general y muchas veces se confunde con otras enfermedades reumáticas.
El término “artritis” significa inflamación de las articulaciones y no debe confundirse con dolor en las articulaciones por otro motivo que no sea la inflamación, como sucede por ejemplo en la artrosis.
La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad reumática crónica que se caracteriza por la afectación de las articulaciones periféricas (manos, pies, muñecas, hombros, codos, caderas y rodillas). En las que se produce dolor, hinchazón, aumento de temperatura secundaria a la inflamación de la membrana sinovial y rigidez sobre todo por la mañana o después de periodos prolongados de reposo.
Además de dañar las articulaciones y los tejidos circundantes (tendones y músculos) que puede provocar una disminución de la movilidad y de la función articular, la inflamación crónica puede afectar a otros órganos como el corazón, el pulmón o el riñón. Es por esto que la artritis reumatoide se considera una enfermedad sistémica (o lo que es lo mismo, generalizada). Además, si la inflamación es elevada y mantenida, puede provocar fiebre, cansancio, astenia, pérdida de peso y pérdida de apetito.
Diagnóstico
Se realiza con el examen clínico y el laboratorio, existiendo anticuerpos específicos para la misma como el factor reumatoideo y el péptido citrulinado cíclico,
Es importante manejar los brotes y mantener la enfermedad controlada para evitar las posibles complicaciones. Actualmente gracias al diagnóstico precoz y a la existencia de nuevos tratamientos, la mayoría de los pacientes consiguen tener la enfermedad controlada desde etapas más tempranas y mantener así su calidad de vida.
Prevalencia
La patología suele presentarse entre los 20 y 40 años, es decir la edad más productiva y afecta cuatro veces más a las mujeres
A nivel mundial, se estima que existen más de 21 millones de pacientes con Artritis Reumatoidea. En Argentina la prevalencia general de AR se ha estimado en un 1%. Podríamos considerar, que existen más de 400.000 personas que padecen AR en nuestro país, dato muy importante si tenemos en cuenta que la artritis reumatoide es la más incapacitante de las enfermedades reumáticas.
Tratamientos
El tratamiento de la artritis reumatoide se basa en la utilización de fármacos que tienen diferentes misiones. De forma general se puede diferenciar entre los fármacos que controlan sólo los síntomas y aquellos que tienen un efecto más profundo sobre los mecanismos de la enfermedad –fármacos modificadores de la enfermedad o FAME-. Los corticoides son otro grupo importante de medicamentos que están a mitad de camino entre los tratamientos sintomáticos y los FAME, pues comparten características de unos y otros.
Ante la falla de los mencionados anteriormente existen actualmente tratamientos biológicos que apuntan a diferentes dianas del sistema inmunológico para reducir la inflamación articular y evitar el daño de la misma.
Ante un diagnóstico temprano (primeros meses) existen tratamientos para frenarla, por eso es necesario estar alerta. La enfermedad puede ser controlada y manejada a tiempo si, ante los primeros síntomas, se realiza una consulta con el médico reumatólogo, quien indicará un tratamiento acorde a cada paciente para tener mejor calidad de vida.
Dra. Severina Maria de los Angeles
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